El agotamiento, las relaciones destruidas y la pérdida de productividad son sólo algunas de las consecuencias del estrés prolongado y no procesado tanto en el lugar de trabajo como en la vida personal.
En esta formación se exploran los principios de la Inteligencia Emocional y la Comunicación No Violenta para proporcionar autogestión de las emociones e interacciones más saludables.