Estoy seguro de que has dado muchas presentaciones en tu vida. Y, por supuesto, no todas salieron como esperabas. Al fin y al cabo, no todo está bajo nuestro control.
Pero, ¿qué podemos controlar? ¿Es posible crear una presentación de alto impacto que atraiga al público y deje la impresión que esperamos? ¡Sí!
Pero demos un paso atrás y comprendamos las técnicas que hay detrás. Una presentación que motiva y transforma al público..
En general, una presentación tiene un coste. ¿Sabes por qué? Porque requiere tiempo. Tiempo de preparación y tiempo de ejecución.
Permítanme presentarles algunos datos.
Según algunas investigaciones, casi el 501% de las personas dedican más de 8 horas semanales a estructurar sus presentaciones; mientras que casi el 501% también dedican alrededor de 4 horas semanales a reuniones.
¡El tiempo es oro! Es decir, no podemos ignorar las cifras.
Además, una presentación puede dañar nuestra reputación y nuestra moral. Si la presentación sale bien, nos vamos muy satisfechos. Si ocurre lo contrario, nos vamos conmocionados.
Además, ¿cuántas oportunidades ganamos o perdemos cuando una presentación sale o no sale como se esperaba? ¡Innumerables!
Teniendo en cuenta estas variables, ¿cuánto cuesta una presentación? ¡Puede costar mucho!
Nos cuesta nuestra reputación, nuestra moral, oportunidades perdidas y tiempo desperdiciado. ¡Recuerda, el tiempo es oro!
En otras palabras, ya no es correcto decir que las presentaciones son simplemente presentaciones. En el trabajo, una presentación es como una puerta o un acuerdo comercial.
Puede abrirse o cerrarse. También puede volar o aterrizar en caso de emergencia.
En lo que respecta a las habilidades técnicas, es fácil enumerar algunos puntos fundamentales para una presentación exitosa.
Comencemos hablando de estructura:
¿Y qué hay del comportamiento? ¿Sabías que las palabras no dichas tienen un mayor impacto que las palabras dichas?
De lo que poca gente habla es de que detrás de cada presentación hay una psicología implicada, que va mucho más allá de la simple adquisición de una habilidad técnica.
La psicología abarca nuestra mente, nuestro comportamiento, técnicas de respiración y mucho más.
De hecho, la capacidad de crear buenas diapositivas puede resultar efectiva. Sin embargo, sin comprender el comportamiento del público objetivo, su impacto es mínimo.
De hecho, la gente se da cuenta si nos sentimos inseguros al presentar. Y eso también puede alejar al público. Igual que cuando aparecen los nervios.
Así pues, la clave para una presentación de gran impacto no reside únicamente en el material o la práctica. Reside en el autoconocimiento.
Porque presentar es un arte. Es el escenario.
Es como un negocio. Y sabemos que para entender los negocios, necesitamos entender a los seres humanos.
Para comprender cómo funciona una presentación de alto impacto, visite: Nuestras soluciones.
También asegúrese de leer:
