Siempre me pareció extraño y curioso pensar que la comunicación es lo que nos hace llegar más lejos. Mostró lo mejor y lo peor a lo largo del tiempo. A través de él movemos multitudes. Conquistamos personas, puestos, posiciones y mucho más.
Podemos comunicarnos para llegar más lejos. Así como podemos comunicarnos para otros fines.
Y la comunicación no se hace necesariamente con palabras. La comunicación implica gestos, transmisión, la forma en que llega a la otra persona. Hay tantas capas y matices que es muy fácil perderse por el camino.
Entonces, ¿cómo comunicarnos de forma asertiva? ¿Y cómo tiene esto que ver con el rendimiento?
Parece más de lo mismo, una pregunta tan obvia. Sé que mucha gente conoce la importancia de comunicar bien, de forma transparente, abierta y honesta.
Sin embargo, es fundamental dar un paso atrás para revisar esta importancia.
La comunicación no se trata de verbalización. Aunque puede ser parte del proceso comunicativo, ni siquiera es obligatorio. ¿Cuántas personas no verbales conoces que se comuniquen? Puede que sea de otra manera, pero, de hecho, se comunican.
Y sabes por que? Porque la comunicación va mucho, mucho más allá de la verbalización.
Tiene que ver con contenido, comportamiento, transmisión, retorno.
Las personas que se comunican bien no son aquellas que pronuncian palabras difíciles, por ejemplo, para mostrar su nivel de educación a los demás. Las personas que se comunican bien comprenden a su audiencia, comprenden el comportamiento, la psicología y las buenas formas de transmitir lo que quieren que se transmita.
En otras palabras, es un proceso complejo, que nosotros, los seres humanos, dominamos. Sin embargo, no es un regalo. Es método y práctica. ¡Así que cálmate! Si crees que no te comunicas bien, ¡puedes estar seguro de que con la formación adecuada esto cambiará!
Además, la comunicación asertiva puede impulsar a todo un equipo hacia resultados colectivos. Mover montañas. Consolida marca, posicionamiento y valores.
Según una encuesta de la Asociación Brasileña de Comunicación Empresarial, uno de los mayores riesgos de gobierno corporativo es, precisamente, la falta de comunicación y claridad (59%).
Aún así, según la investigación, las empresas y comunidades creen que una imagen y una cultura fuertes sólo se pueden construir con una comunicación asertiva, honesta y transparente.
Es decir, en definitiva, se trata de posicionamiento. Y la construcción de este posicionamiento radica en la comunicación.
En las organizaciones, la comunicación se considera ahora una habilidad de oro.
Esencial para líderes y empleados -aunque no se considera una habilidad obligatoria para todos-, la comunicación efectiva es una de las habilidades más populares. habilidades blandas.
El problema es que, si bien muchas empresas lo piden, no todas están abiertas y dispuestas a desarrollarlo.
La comunicación implica inversión y formación. Porque, como mencioné antes, no es un don, es un método y una práctica.
Y eso no es todo! En las organizaciones -y fuera de ellas-, donde las relaciones interpersonales y el trabajo en equipo son fundamentales para el éxito, no es posible comunicarse asertivamente en solitario. Necesitamos comunicarnos con conexión.
Y conectarse con los demás no es una tarea sencilla. Somos diferentes, con opiniones y comportamientos diferentes. En la vida cotidiana, además, pueden haber conflictos no productivos, ¡y eso es parte!
Sin embargo, es necesario tener en cuenta que, si el objetivo es conseguir el resultado, no es necesario que las personas hablen el mismo idioma. Pero necesitan comunicarse de manera efectiva y con conexión, para que los conflictos que surjan sean productivos.
Comunicarse con conexión genera confianza. Y la confianza es la base para que las relaciones sean transparentes y honestas. Como consecuencia, se produce un alto rendimiento.
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