Si tu respuesta es sí, ¡este texto es para ti!
El tiempo se ha convertido en nuestro recurso más valioso. Usarlo sabiamente será un diferenciador en la búsqueda de resultados más eficientes.
Sin embargo, a la hora de organizar nuestro tiempo, muchas veces nos topamos con algunos hábitos poco saludables, como la procrastinación, la desorganización y la falta de planificación. Después de todo, ¡no es una tarea fácil!
Pero, ¿por qué ocurre esto?
Cada día somos bombardeados con información sobre diferentes tipos de temas y eventos y esto nos lleva a la paradoja de la elección.
Necesitamos decidir en fracciones de segundos qué mensaje ver, a quién responder y qué compromiso priorizar. El poder de elección nunca ha sido más relevante y valorado. Sin embargo, las elecciones son mucho más efectivas cuando se planifican y ahí es donde entra en juego la gestión del tiempo.
Organizar tu tiempo no significa solo tener una agenda bien distribuida, sino que está totalmente relacionada con tu propósito de vida, sueños y metas.
Si no sabes hacia dónde vas, entonces cualquier camino servirá y esto puede llevarte a perder tu valioso tiempo en cosas que no necesitas, o incluso a esa sensación de que el tiempo pasa y no estás haciendo cualquier cosa.
¿Cuántas veces te has parado a pensar qué te gustaría hacer o dónde te gustaría estar dentro de 3 meses, 1 año o incluso 5 años?
Haz un viaje a África, cómprate el coche de tus sueños, termina ese curso de inglés (que podría ayudarte con ese ascenso en el trabajo). Saber a dónde quieres llegar es el combustible que nos lleva a la productividad y al logro. Entonces, tómate un tiempo para ti. ¡Priorízate!
Establece tus objetivos, ponte a ti mismo en primer lugar y crea el hábito de la planificación semanal. Te sorprenderán los resultados.