Se habla mucho de salud mental en el trabajo. De hecho, poco se hace al respecto.
A pesar de ser un tema importante en las acciones de políticas públicas y regulaciones gubernamentales, también podemos abordar el tema con seriedad y eficacia dentro de los equipos y empresas.
Ya sea en el lugar de trabajo o en la vida personal, la salud mental está vinculada a la calidad de vida.
Pero no solo. Es importante que, para el análisis de la salud mental, consideremos género, clase y raza, ya que el escenario en cuestión es el territorio brasileño.
Es decir, en un país con altos niveles de desigualdad, la salud mental es otro rubro que debe abordarse teniendo en cuenta estos aspectos.
Sin embargo, como nuestro objetivo aquí es abordar las disfunciones en el lugar de trabajo, que también son perjudiciales para la salud mental de las personas, abordaremos el tema de esta manera.
Si la salud mental no va bien, la persona sufre un daño profundo que le afecta más allá de sí mismo. En otras palabras, las relaciones en el trabajo, la vida personal y la productividad en su conjunto se ven afectadas.
Como ejemplo de enfermedades relacionadas con la mente tenemos ataques de ansiedad, estrés, depresión, ataques de pánico, agotamiento.
Según la Organización Mundial de la Salud y la Organización Internacional del Trabajo, alrededor de mil millones de personas en edad activa de trabajar viven actualmente con alguna enfermedad mental.
Además, los informes indican que anualmente se pierden 12 mil millones de días laborales debido a la ansiedad y la depresión.
Si traducimos esto en costos, se estima que la economía global pierde alrededor de 1 billón de dólares.
En otras palabras, no es poco para ninguna de las partes.
Por lo tanto, no se trata de un tema aislado ni mucho menos nuevo. Debemos afrontarlo de forma colectiva y con acciones efectivas a corto, medio y largo plazo.
Para las acciones dentro de las empresas, los líderes deben hacerse cargo del tema. Y no sólo con los programas, sino, principalmente, con los comportamientos y habilidades humanas.
Pero ¿cuáles son estos comportamientos y habilidades humanas?
Para explicarlo, permítanme traer al autor más vendido. Los cinco desafíos del equipo: una historia de liderazgo, Patrick Lencioni.
Patrick Lencioni habla de 5 comportamientos de equipos cohesionados, que ayudan a crear un ambiente saludable y colaborativo, con una sólida base de confianza.
Se sabe que la salud mental está ligada al entorno en el que vivimos. Y también, nuestras relaciones con otras personas.
Ahora bien, si dedicamos más tiempo de nuestro día al trabajo, ¿cómo podemos omitir el cociente mayor de esta ecuación?
Por eso, es sumamente importante que el tema no sólo sea abordado, sino tratado en estos ambientes.
No es responsabilidad exclusiva del individuo cuidar la salud mental. Mientras vivamos en sociedad, el colectivo también tiene responsabilidad en esto.
Aunque los cinco comportamientos de Patrick Lencioni sobre equipos cohesionados no están directamente relacionados con la salud mental, la práctica ayuda enormemente a crear equipos de confianza.
Y si hay confianza, hay colaboración, hay conflictos productivos -en lugar de tóxicos-, hay compromiso, pertenencia, responsabilidad, y se están logrando resultados colectivos.
Recordar que el éxito profesional también se refleja en la salud mental de las personas.
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