A medida que nos adentramos en 2024, el bienestar en el lugar de trabajo ha trascendido su condición de mera jerga corporativa para convertirse en un imperativo estratégico.
Las organizaciones líderes han comprendido que el bienestar de los empleados no sólo influye en la salud individual, sino que también tiene un profundo impacto en el éxito empresarial.
En el pasado, pero no hace tanto tiempo, los programas que se implementaban en las empresas y que tenían como objetivo contribuir al bienestar de los empleados estaban relacionados con la superficialidad.
Es decir, los líderes invirtieron en programas de acondicionamiento físico y, a veces, de nutrición. O incluso juegos.
Se sabe que nada de esto realmente tiene efecto a medio y largo plazo, como comentaba aquí.
En 2024, los programas de bienestar holístico están en el punto de mira, cubriendo todo el conjunto, como la salud física, mental, emocional y social.
Por ello, empresas líderes preocupadas por sus empleados y sus resultados están invirtiendo en iniciativas integrales de bienestar. Estas iniciativas abordan el manejo del estrés, la inteligencia emocional y las conexiones sociales.
Además, se buscan programas de mejora de la comunicación, la colaboración y el autoconocimiento en favor del desarrollo individual y colectivo.
La personalización también se ha vuelto esencial en los programas de bienestar.
En otras palabras, las organizaciones se están alejando del enfoque de “talla única” y están utilizando tecnología avanzada para adaptar los planes de bienestar a las necesidades, preferencias y objetivos de salud individuales.
Recordando que cuando hablo de salud, también estoy trayendo a la agenda, y principalmente, la salud mental.
Uno de los programas es Los cinco comportamientos, que realiza un análisis y diagnóstico detallado de la salud de un equipo o persona.
No puedo dejar de mencionar que, actualmente, los nuevos métodos y entornos de trabajo deben ponerse en entredicho cuando analizamos el bienestar de los empleados de una empresa.
En resumen, la pandemia ha remodelado el panorama laboral, haciendo que los modelos de trabajo remoto e híbrido sean omnipresentes.
Como resultado, los programas de bienestar deben adaptarse para satisfacer las necesidades únicas de los equipos dispersos, con la expansión continua de las plataformas de bienestar digitales y los desafíos de bienestar virtuales a los que se puede acceder desde cualquier parte del mundo.
Por último, pero no menos importante –y quizás la parte más importante de toda la ecuación– las iniciativas de salud mental continúan ganando impulso y espacio para 2024.
Finalmente, algunas organizaciones ahora entienden que apoyar el bienestar mental de los empleados no es solo una opción, sino una necesidad.
Esto implica desestigmatizar los problemas de salud mental. Luego, brindar acceso a profesionales de la salud mental y crear un ambiente inclusivo donde los empleados se sientan cómodos buscando ayuda cuando la necesiten.
En este sentido, cabe mencionar que los programas de sensibilización y desarrollo del liderazgo son fundamentales para ver y escuchar a cada colaborador, sus dolores, inquietudes, necesidades y demandas.
No hay verdadero talento en lugares donde no hay posibilidad de crecimiento, reconocimiento y atención.
Como suelo decir, para que un talento sea talento es necesario darle el espacio adecuado y mirar atentamente su desarrollo y, en consecuencia, su bienestar.
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